Querido Invierno...

Te está costando dejarte ver. Este año nos resultas algo esquivo. Sí que es cierto que en algunos momentos nos ha parecido sentir tu aliento en el aire, algo más fresco. Pero te guardas para ti, egoísta, tus aguas, tus nieves y tus tintes grises y blancos.

En estos días en los que Invierno no hace acto de presencia, nuestras ciudades se calzan boinas muy poco favorecedoras. Tenemos que empezar a pensar que esto no va a ser una excepcionalidad sino algo más habitual de lo que nos gustaría.

Vale, puede que no lleguemos a los extremos que apuntan en películas como Interestelar, pero las señales están aquí. Y no las queremos ver. Al contrario, nos levantamos contra quienes hacen algo.

¿Que no es la mejor solución? A esta, la educación en valores se la comió. Al menos hay propuestas para hacer el aire más respirable.

Porque hoy, en estas ciudades, respirar es un poco más dañino. Podemos pensar que, bueno, a nosotros no nos afecta. Error. Gravísimo error.

Nos afecta a todos.

Pasar por el embalse de los Barrios de Luna y verlo tan seco (o no verlo) remueve todo por dentro. Viajar a la montaña estos días es ver pastos siempre verdes con tonos amarillentos. Sin vida. ¿Realmente queremos esto para nuestros hijos?

Y es que la lista de ciudades con contaminación en el ambiente por encima de los valores salubres (que no significa que antes de estas cifras la contaminación fuera un cuento chino), no deja de crecer.

Madrid es la más mediática. A Coruña, Avilés, Bailén, Barcelona, Granada, Huelva, Lleida, Murcia, Puertollano, Santander, Sevilla, Talavera de la Reina, Valencia, Valladolid o Zaragoza también se encuentran entre las actuales ciudades malditas para los conductores.

Y los paseantes. Y los habitantes. Todos sufrimos sus efectos, porque del aire vivimos y si lo que introducimos es dañino, vivimos mal.

Y me diréis: Raquel, ¿hoy no nos hablas de las joyas artesanales que elaboras con diseños únicos? Tentada estaba, porque en días como estos sus colores y sugerentes formas, junto con las conversaciones que nos traemos en redes sociales y otros medios, son lo único que nos animan.

En este estado de cosas, ¿levantamos la vista y nos arrancamos una sonrisa?

Claro que sí, guapis!

Porque la vida es bella. Hermosa. Porque estoy trabajando en unas joyas de autor que creo que os van a enamorar tanto como lo han hecho conmigo (si queréis ver un adelanto, he publicado algunas imágenes -no me he podido contener-, en Instagram y Facebook;  porque hoy me he puesto una de las sudaderas personalizadas con las joyas de diseño y me he sentido la mar de feliz pensando que cientos de chicas, con este mismo gesto, se sienten fuertes y vivas.

No todo es Black (o sí)

Pues sí, este año, en el que todo parece negro, ya sea por la sequía o porque la contaminación nos inunda, este Black Friday es aún más black.

Como soy por naturaleza positiva, me he decidido a ahuyentar este mal karma que parece inundarnos a todos con una megapromoción exclusiva para el #BlackFriday.

¿Qué puedo ofrecer? Pensaba ya hace algunas semanas…

Como parecía que las mañanas y las noches comenzaban a pedir un poco de calorcito y acurrucarnos en el sofá, bajo la mantita, me dije: tienen que ser las sudaderas.

Así que aquí lo tenéis. Durante estos tres días todas las sudaderas tienen un 25% de descuento si utilizas el código BLACK.

Black is black…

¿Qué sudadera personalizada elegirás tú?

Yo creo que me voy a reservar la sudadera arcoiris de color. ¡Arriba nuestro positivismo!

Mmm y la Cleopatra. ¡Porque yo lo valgo!

Y tú también.

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