De cómo una concha se convirtió en una joya especial

El mar y sus mitos han llenado nuestros cuentos y sueños. Y también nuestra imaginación. Su riqueza natural nos provee de material de primera para crear joyas artesanales: desde los corales a las perlas. Pero hoy os quiero hablar de la madreperla.

La madreperla es la denominación que recibe el nácar, esa sustancia que da forma a la perla en el interior del molusco como reacción al elemento externo que lo quiere colonizar.

Me encanta el nácar. A diferencia de otros materiales es extremadamente dúctil a las manos de la artista que deja volar su imaginación. Y crear auténticas bellezas, sobre todo con plata y oro.

Entre otras cosas por ese color blanco brillante, y sus reflejos. Sé que otras piedras preciosas y metales preciosos son más resistentes, pero creo que es parte de su encanto natural.

Pero también me apasiona el continente. Las conchas son las protagonistas del artículo de hoy. Porque hay conchas que tienen un significado especial. Hoy me gustaría compartiros esta visión para que conozcáis un poco más cómo creo las joyas artesanales en plata y perlas en mi taller de artesanía.

Cómo construir una joya de plata especial

¿Y si os dijera que de ambos recursos naturales se pueden obtener joyas especiales? Al menos yo tengo dos muestras vivientes de que de una tormenta de ideas, de trabajo duro y minimalista con ellos de forma separada se puede dar forma a una joya de plata muy especial.

¿Has visto alguna vez una joya de nácar? Presentan un acabado calado que requiere del artesano un mimo especial. Por el material (frágil como pocos en la naturaleza) y las posibilidades que por sí mismo crea.

Así que un buen día me puse manos a la obra. Tenía un encargo con una concha de mar cuya propietaria quería convertir en una joya de diseño exclusivo. Me comentó de forma breve cómo la había encontrado y cuál era su significado.

Poco a poco mi mente fue dibujando los calados propios del nácar. Pero tenía una barrera: la concha, a diferencia de su hijo, resulta menos maleable en las manos del artista.

Pero no era así en la plata. Así que no lo dudé. Para esta ocasión y esta joya de diseño única, cree un calado en plata de ley sobre el caparazón de la concha.

Cuando la dueña recibió su colgante en plata, no solo quedó satisfecha, sino que me animó con gran entusiasmo para crear joyas de plata similares.

Vale. Reconozco que ya me había rondado por la cabeza la idea de una colección de piezas inspiradas en la naturaleza.

Colgante Tierra

Para este colgante elegí plata de 925 ml. Buscaba algo que fuera perfecto como una perla pero abierto como una concha.

El caso es que si lo miras así, de frente, como en esta imagen, parece la configuración de la Tierra. En la Tierra la vida proviene del agua, como las conchas, el nácar y la perla.

Tierra me parecía un nombre perfecto para un colgante especial. Porque en su núcleo, no puede no colocar una perla cultivada en gris. ¿A que es perfecta?

Textura irregular, reborde abrillantado y una preciosa cadena de plata a juego con el conjunto. El tándem artesano ideal.

Anillo Marte, en la misma órbita pero diferente

Y claro, un colgante único, ¿qué iba a hacer en solitario? ¿Acaso no me miraba con ojos de pedir un compañero de momentos?

Ni corta ni perezosa, me puse a idear al compañero que mejor combinaría con la Tierra. Mirando al cielo pensé en si se vería Venus. Un hermoso planeta que si tenéis ocasión deberías observar al menos una vez en la vida.

Sin embargo, como era verano, lo que se imprimió en el cielo fue conjunción planetaria Tierra-Marte-Júpiter. Así que creé ambos.

Marte, con dos cazoletas con similares irregularidades; Júpiter, con tres. Y cada una, con su centro de perla gris. Pura elegancia.


¿Te gustaría dar forma a ese objeto especial? Ya sabes que puedes contarme tu idea y juntas crearemos una pieza exclusiva para ti.

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