Psicología del color: lo que dicen de nosotros los colores

Los colores nos emocionan, tienen su propio código de comunicación, y cada uno de nosotros los interpretamos según nuestra cultura. Los colores poseen poder sobre nosotros. Aunque en realidad no los vemos, sino que nuestro cerebro interpreta los impulsos que le transmiten los ojos y la cultura en la que nos hemos desarrollado.

Los colores, o lo que entendemos como tales, tienen la capacidad de alterar nuestra percepción. Piénsalo: una habitación que se pinta con un color y después con otro, la sensación que transmite no es idéntica.

Del mismo modo, cada piel y cada personalidad aporta un matiz propio. Ese algo que nos hace diferentes al resto de personas. Por ello, cada uno de nosotros, según nuestro propio ser, tendemos a elegir un determinado tipo de joyas, piedras y colores que identificamos con nuestra forma de ser.

En definitiva, los colores, de lo que hoy quiero hablaros, definen, a su manera quiénes somos y de dónde venimos.

Psicología del color: lo que dicen de nosotros los colores

El rosa

Los rosas, según su nivel de intensidad, tienen, a su vez, matices propios. Sin embargo, todos ellos guardan algo en común: podemos decir que son delicados; casi dulces.  Cuando pintamos nuestros labios con rosas, resaltamos nuestra dulzura, pero también una forma de elegancia sutil.

Los más pálidos tienden a acentuar estas sensaciones; por el contrario, cuanto más fuerza o intensidad ganan, más vivos, pasionales y románticos se muestran.

Colgante en plata de Quela Joyas

Los azules

No sé a vosotras, pero en mi caso, al ver un azul, siento cierta libertad, como si una paz me aliviara de todo. Algo así como si estuviese en armonía conmigo misma.

Algunas de mis amigas, en cambio, identifican el azul con lo serio, con algo o alguien que es leal y de fiar.  Quizás como los delfines, que son inteligentes y libres.

Puede que el azul sea todo esto… y tus propios matices.

Joyas con forma de animales. Quela Joyas

El blanco

Cuando nombramos al blanco, siempre parece que estamos hablando de palabras mayores. Como un señor de la antigüedad, o un caballero de alto rango. No en vano, nuestra cultura da al blanco un significado de pureza.

Sin embargo, a pesar de la belleza que radica en su luz, también parece algo frágil. El blanco es el color más fácil de manchar, el que parece que se mancha solo con la mirada.

El blanco es el más inocente… y, quizás por ello, el más optimista y que más frescura aporta. Su sola presencia limpia el ambiente, ¿no creéis?

Colgante fabricado en España- Quela Joyas

Por cierto, para las culturas orientales, el blanco es el color de los muertos, del luto.

Rojo

Su sola mención evoca la pasión, el deseo, lo impulsivo. Efectivamente, el rojo, que es el color de la vida (de la sangre) tiene una fuerte connotación pasional. Sin embargo, esto solo supone rascar en su superficie.

Intenta profundizar un poco más en lo que te transmite el rojo. Para ello, vamos a ayudarnos de las leyendas orientales, fijándonos en los dragones. El dragón rojo, Suzaku, es la fuerza del fuego; la determinación y el valor para renacer una y otra vez como buen ave fénix.

Colgante con colmillo. Quela Joyas

Verde

Del mismo modo que el azul aporta tranquilidad y paz, el verde nos presta su equilibrio, esa sensación de que la naturaleza está en nosotros, dándonos esperanza y estabilidad.

Joyas de animales. Quela Joyas

A mí, personalmente, llevar algo verde me hace sentir que sigo adelante, que crezco. Quizás no tiene la energía de los amarillos, ni el poder del negro, pero da fuerza (o esperanza).

Lo mejor de los colores es que se funden unos en otros, dando lugar así a nuevos colores y nuevas sensaciones; cientos de posibilidades para quienes los trabajamos con respeto y admiración.

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