¡Qué calor! Después de volver de Soria, donde, aunque muchos no lo creáis hace muy bueno y se está muy a gusto, me he metido en el taller a dar forma a mis pequeñas creaciones. En semanas como esta donde el calor aprieta, en verdad cuesta un poquito más trabajar con el soplete y el calor. Eso sí, recibir vuestros comentarios, correos y llamadas siempre sube la moral.

Y como habéis coincidido bastantes personas en preguntarme qué joyas utilizar en agosto, he decidido hacer un top de joyas para lucir en verano, ya sea en las fiestas de los pueblos, en una boda o para ir al trabajo.

Colgantes especiales

Efectivamente. Los colgantes son un imprescindible en tu joyero. Si no tienes varios, ¿a qué estás esperando para reponer?

La explicación a por qué un colgante debe ser un compañero habitual en verano reside principalmente en que abrimos un poco más el escote.

En invierno, lo vestimos con bufandas y cuellos cerrados, pero ahora en veranito se broncean al sol. Sin un colgante se ve como desnudo. ¿No os parece?

Ahora bien, el tamaño ya depende y mucho de los gustos de cada uno.

Este de la imagen, creado con una amoladera y engarzado con unas hojas finas rematadas con piedras, que ya está en casa de su dueña, es ideal para quienes gustan de complementos poco llamativos.

En cambio, el que sigue, una preciosidad de joya personalizada -la demandante quería que mezclara varios de los diseños exclusivos en una única creación-, gusta, como yo misma, de joyas en tamaño XXL.

¡Me tiene loca!

¿Y qué me decís de esta preciosidad? Elegante, de curvas suaves, con esa joya central que le da un punto diferente… ¡Sencillamente divina!

El mar en tu joyero

Hay creaciones, y está mal que yo misma lo diga, lo sé, que son sencillamente perfectas. Cada elemento por separado funciona bien. Pero, cuando se unen…

… el resultado es el que veis aquí. Una joya muy elegante, en forma de colgante, disponible -tranquila – con un juego de pendientes a juego.

El colgante incorpora una cadena en plata, tallada en forma de finos eslabones que no llaman la atención a primera vista. Solo cuando pones más atención percibes la sutileza del diseño. Como con las personas, ¿verdad?

Hay que mirar bien en el fondo para conocer la punta de su iceberg particular. En la creación de joyas artesanas nos ocurre algo similar.

Cuando acudimos a las ferias, solo el ojo experto sabe reconocer y valorar el trabajo que hay detrás para llegar hasta allí. Hablaba de esto con una de las clientas en la Feria de Soria a la que asistí a finales de julio, que se llevó precisamente una hermana de este colgante y sus pendientes a juego.

Nos echamos a la mar

Sin salirnos del líquido de la vida, sobre todo en estos días de apretado calor, no podía dejar de enunciar algunas de las últimas incorporaciones que ha tenido la colección exclusiva de joyas de animales.

Aquí hay mucho corazón puesto, como el que parece dibujar desde esta perspectiva la piedra del engarce. Y sobre él se posa, suave, de su vuelo por el mundo, una leve mariposa.

Es el mágico momento en el que ambas realidades se entrecruzan para dar vida a una joya 100% personalizada. ¿Os gusta?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Y de un insecto que vuela a un pez que nada. He de reconocer que la primera sorprendida por el resultado de esa columna vertebral vertebrada he sido yo. El boceto solo esboza el complejo proceso de elaboración que lleva la pieza, pero ¡ay! Tengo que confesaros que me he enamorado.

¡Si parece que nos sigue con la mirada!

¿Con cuál de estos must have de joyas para agosto te quedarías?