Si te pregunto cómo es una perla, seguro que sabes identificarla claramente. La verdad es que sus formas redondeadas y sus acabados han hecho de ellas unas piezas muy codiciadas.

Eso sí, si ahora mismo te preguntara qué es una perla…¿sabrías explicarlo?

Tranquila. No hace falta que corras a Google a teclear para responder. Lo haré yo por ti en el artículo de hoy en el que vamos a descubrir lo que las perlas esconden (que es mucho, sobre todo belleza y versatilidad).

Así surge una perla

Te preguntarás por qué hago hoy este tipo de preguntas. Muy sencillo. Hoy he dedicado esos pequeños momentos en los que intento parar y ver las joyas de diseño de las diferentes colecciones de joyas artesanales.

Había elegido la colección Happy, con su optimismo, su sencillez de formas. Según pasaba la mano sobre algunas de las piezas más representativas como los pendientes Daisy o las gargantillas en plata de Ley, no sé, me llamó la atención la perfección de las esferas de perlas cultivas que he utilizado para la creación de estas piezas exclusivas de Quela Joyas.

Y claro, la duda me vino inmediatamente. ¿Cómo nacen?

Porque, sí, todos tenemos la imagen de la perla presentada perfecta y blanca cuando se abre la concha del bivalvo y nos preparamos para cogerla. ¿Cómo se formó?

Es un proceso muy curioso. Conocerlo me ha hecho comprender y valorar aún más las perlas de las joyas de artesanía.

Resulta que la perla natural -hay que distinguir entre las naturales y las cultivadas, que son las que empleo para mi handmade de joyas en plata y diseños exclusivos-, es fruto de una intrusión en el molusco, o más bien la reacción de este a un cuerpo extraño.

Esta causa-efecto genera capas y capas de nácar, de ahí su color y su brillo.

Desde luego, la naturaleza consigue volver bello hasta las más duras batallas.

¿Y qué ocurre con las perlas cultivadas?

El proceso de creación de las perlas cultivadas es similar. La única diferencia consisten en que en vez de dejar que la naturaleza siga su curso, favorecerla.

Los cultivadores de perlas introducen los núcleos, esos intrusos, de forma intencionada en ostras vivas. Ellas se encargan del resto.

Eso sí, le lleva su tiempo. Aproximadamente, entre 1 y 8 años. ¡Casi nada!

La verdad es que el trabajo de perlas cultivadas para las joyas de diseño es extraordinariamente agradecido. Solo hay que pararse a ver detenidamente cada pieza.

Joyas artesanas con perlas y plata para ti

Las perlas, cultivadas o naturales, son magníficas para lucirlas en collares.

Pero no unos cualquiera. Eso no casa con el espíritu de Quela Joyas, ¿verdad?

La mejor compañía: plata de primera ley.

Las formas, un poco al libre albedrío de la inspiración que nos dais.

La verdad es que cualquiera de las joyas de diseño de la colección Happy se merecería un punto y aparte.

He de reconocer que me ha sorprendido el éxito de los pendientes Original Daisy.

¿Será por su forma de margarita acompañada de una preciosa perla de color a elegir con tu personalidad? Mi predilecta: la malva.

 

 

 

Y para cerrar con un buen broche, una gargantilla de fina cadena en plata con una perla blanca en el centro y esa perla en forma de lágrima que se le escapa sin querer (queriendo).

 

 

 

 

Y de una gargantilla llamativa a la elegancia hecha forma en este diseño exclusivo de Quela Joyas de nombre Pearl Drop.

 

 

 

 

 

Y claro, no podían faltar los dos alides del otoño en el que ya estamos inmersos, con su gargantilla en plata de doble hoja enlaza y tres perlas.

 

Sutil, hermosa. Fina para regalar a una persona muy especial. ¿El regalo perfecto para ella? El juego de pendientes de hilos de plata rematadas con unas preciosas perlas cultivadas blancas.

 

 

 

 

 

 

¿Quieres ver más? Adelante, profundiza en la Colección Happy.

Somos todas tuyas. Incluso si necesitas un diseño personalizado 100 %.