Joyas de plata y piedras preciosas, un tándem perfecto

Las piedras preciosas a la plata son como el anillo al dedo. Lo complementan y son capaces de crear sensaciones y mundos paralelos. Forman lo que yo denomino, un tándem perfecto. ¿Quieres saber el por qué?

Pues sigue leyendo. Vamos a conocer tres piedras preciosas que me acompañan a menudo en el taller para crear estas joyas handmade que tanto os gustan, como las de los animales que han causado una auténtica revolución.

El ágata que roba la mirada

Las ágatas son muy conocidas y reconocidas. Tienes esos colores intensos dorados y anaranjados, que aportan viveza a cualquier joya en plata. Pero, ¿qué hace de las ágatas una piedra preciosa valiosa para trabajar con la plata?

Aunque las ágatas más comunes tienes estos matices anaranjados, la riqueza de estas piedras preciosas reside precisamente en la variedad de tonalidades y formas que presentan. La verdad es que dan mucho juego, y a veces, resulta complicado encontrar la forma que buscamos para una joya de diseño personalizado.

Su mayor singularidad, esas vetas naturales que hacen que ninguna ágata se parezca a otra.

Lo cual nos brinda una importante lección: si veis supuestas ágatas que son idénticas entre sí, quizás no se trate tanto de auténticas piedras preciosas.

Su propia naturaleza le confiere esta singularidad que tanto aprecio para los proyectos de artesanía en plata de Quela Joyas.

Curiosidad: ¿Sabes de dónde proviene el nombre de ágata? De la isla italiana de Sicilia, donde corre el río Dirillo, anteriormente conocido como Achates.

Características del ágata auténtica que lo convierten en el par ideal de la plata en joyería

Hablaba antes de sus vetas. Pues estas capas de colores en superficie puede mostrarse en dos formas: opacas o transparentes, en cuyo caso tendrán una fuerte fluorescencia donde dominan los tonos amarillos, blancos y marrones.

Las ágatas existen en estas variedades: el ágata de Botsuana (de coloración predominante tierras y naranjas); el ágata Blue Lace, cuyas vetas son de tonalidades azules muy hermosas; o el ágata Detrítica, que tiene un color predominante blanco traslúcido con bellas vetas oscuras.

La circonita o el falso diamante

Cuando algo se parece a algo, el resultado no siempre es favorecedor para la copia. En el caso de la circonita, estamos casi ante un caso trágico.

Su principal virtud es su mayor defecto. Sí, se parece al diamante de una forma que asombra a propios y extraños. Pero no lo es.

La circonita tiene unas características muy particulares que la separan de su espejo, el diamante:

– Es más trasparente

– Tiene menor dureza: nunca podrá rayar a su más ardiente adversario.

– No conduce tanto el calor como el diamante.

– Es más pesado.

– Su brillo se apaga en el contacto con el agua.

La verdad es que parece que lo tiene todo en contra, ¿verdad? Sin embargo, a la hora de crear joyas personalizadas en plata, el resultado es maravilloso.

Mirad este anillo en plata y decidme si no es hermoso.

Rodonita, símbolo de la amistad entre la plata y las piedras preciosas

La rodonita es una de las piedras preciosas más singulares con las que trabajo en el taller de artesanía en plata.

Tiene un color rosa característico, pues presenta unas anárquicas vetas negras que le confieren una apariencia extraña pero de gran belleza.

¿Sabías que aquí en España contamos con yacimientos de Rodonita? Pues sí. España es uno de sus principales productores.

Si alguna vez te encuentras con una rodonita transparente, por favor, haz una foto y compártela conmigo: me apasiona, pero al ser escasas son difíciles de encontrar.

Tal es su versatilidad que se puede utilizar como piedra ornamental o grabarla. Por supuesto, en joyas artesanales en plata, lucen espléndidas.

¿Cuál es tu piedra preciosa favorita?

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